Los fundamentos de la fe. Parte 4

Edición de la página web toislam.link
Editorial “Daura”, segunda impresión. Diseño de redacción y publicación, Medina: 2022.

El libro contiene los conocimientos básicos sobre las fundaciones de la fe islámica y su interpretación.
Está destinado a un círculo amplio de lectores interesados en los problemas de la creencia musulmana; en particular, se recomienda como libro de texto para las clases nocturnas de los Fundamentos del Islam en las mezquitas y madrazas.

Daura, 2022

Monoteísmo en la Divinidad (Tawhid al-Uluhiyyah)

La palabra “uluhiyyah” en la lengua árabe se forma de la palabra “ilaah” que quiere decir “deidad”. La deidad es lo a que se rinde a base de amor y glorificación. Se le somete y se le humilla, se teme y se desea, se le acude en tiempos de desgracia y se le dirige las oraciones en los momentos importantes de la vida, se le encomienda esperando lo bueno y se le pide refugio. Y todo eso aparece en el corazón humano respecto a la deidad debido a que una deidad posee los atributos de perfección y grandeza que no son propios del hombre, ni de cualquier otra creación.

El monoteísmo en la divinidad (Tawhid al-Uluhiyyah) es convicción del corazón de que Allah es el Único Dios Verdadero, y sólo Él tiene derecho a ser adorado. En efecto, si sólo Allah Todopoderoso es el único Señor y sólo Él posee los nombres y atributos perfectos, únicamente Él es la deidad verdadera.

Allah Todopoderoso dijo: “Hemos mandado a cada comunidad un enviado, diciendo: “¡Adorad a Dios! ¡Echad de lado a los tagut!” Capítulo “Las Abejas”, versículo 36.

Allah Todopoderoso dijo: “Eso es así, porque Dios es la Verdad, y lo que invocan, prescindiendo de Él, es el error. Dios es el Altísimo, el Inmenso”. Capítulo “La Peregrinación”, versículo 62.

Allah Todopoderoso nos comunicó en el Corán que todos los objetos de adoración de los humanos, que se toman por deidades, no son así, sino un error. O sea, si se les dirige cualquier tipo de adoración, sea la sumisión, la suplicación, la esperanza, el temor, la petición de ayuda, el humano no va a recibir nada. Como dijo Allah Todopoderoso:

“¿Asociarán a Dios a los que no crean nada, pues ellos son los creados, a los que no pueden darles auxilio ni a sí mismo auxiliarse?” Capítulo “El Muro”, versículos 191-192.

“Aquellos a quienes rogáis, prescindiendo de Él, no pueden auxiliaros ni auxiliarse a sí mismos”. Capítulo “El Muro”, versículo 197.

“Engarza la noche en el día y engarza al día en la noche. Ha sometido al Sol y a la Luna. Cada uno corre por un plazo prefijado. Ése es Dios, vuestro Señor. A Él pertenece la realeza. Aquellos a quienes invocáis, prescindiendo de Él, no poseen ni la piel de un dátil. Si les rogáis, no oyen vuestra súplica, pero aunque la oyeran, no os escucharían. El día de la Resurrección renegarán de vuestra asociación. Nadie te informará como el Bien Informado”. Capítulo “El Originador”, versículos 13-14.

La mayor parte de la humanidad reconoce que Allah es el Señor, el Creador, el Sustentador, el Soberano – y todo esto se refiere a la unicidad del señorío, — y al mismo tiempo en el culto Le asocian a toda clase de ídolos, estatuas, hombres justos difuntos, ángeles, estrellas y árboles que no pueden hacer daño, pero tampoco pueden brindar beneficios, no pueden ni otorgar algo, ni quitar algo.

Como dijo Allah Todopoderoso: “En su mayoría no creen en Dios, sino que son asociadores”. Capítulo “José”, versículo 106.

Los paganos de la época del Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, reconocía a Allah como el Señor, el Creador, el Sustentador, el Soberano, aunque su politeísmo se manifestaba en la adoración de alguien o algo junto a la adoración del Señor. Ellos asociaban a iguales o cómplices a Allah, suplicándolos, pidiéndoles ayuda o salvación.

Allah Todopoderoso en muchas partes de Su Libro Sagrado indica que los árabes idólatras reconocían la Soberanía de Allah, es decir Tawhid al-Rububiyyah, pero, con todo eso, Le asociaban a cómplices en el culto. Así, Allah Todopoderoso dijo: «“Cierto, si preguntas a los infieles: “¿Quién creó los cielos y la tierra? ¿Quién sometió al Sol y a la Luna?” Responderán: “Dios.” ¿Cómo, pues, blasfeman?”» Capítulo “La Araña”, versículo 61.

Allah, Bendito y Majestuoso sea, también dijo: «Cierto, si les preguntas: “¿Quién hace descender el agua desde el cielo y con ella vivifica a la tierra después de su agostamiento?” Reponderán: “Dios.” Di: “¡Loado sea Dios!” Ellos, al contrario, en su mayoría no razonan». Capítulo “La Araña”, versículo 63.

Asimismo Él dijo: «Realmente, si les preguntas quién los ha creado, responderán: “Dios.” ¿Cómo, pues, blasfeman?» Capítulo “Los Ornamentos”, versículo 87.

Él dijo también: «Pregunta: “¿A Quién pertenece la Tierra y quienes en ella están? Responded, si sabéis.” Contestarán: “A Dios”. Di: “¿No meditaréis?” Pregunta: “¿Quién es el Señor de los siete cielos y el Señor del Gran Trono?” Contestarán: “Dios.” Di: “¿No le temeréis?” Pregunta: “¿Quién tiene en su mano el señorío de toda cosa mientras protege y no se le protege? Responded, si sabéis.” Responderán: “Dios.” Di: “¿Cómo os ofuscáis?» Capítulo “Los Creyentes”, versículos 84-89.

Los árabes paganos de la época del Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, no creían que los ídolos hicieran descender lluvias por sí mismos, sostentaran este mundo o manejaran las cosas. Al contrario, estaban convencidos de que sólo el Señor Santo podía hacerlo y reconocían que sus ídolos, a los que dirigían sus oraciones en lugar de Allah, también eran creaciones y no eran capaces de traer beneficios o hacer daño ni a sí mismos, ni a los que les adoraban. Ellos sabían que estos ídolos no podían dar muerte, ni dar la vida, ni resucitar, que tampoco podían oír, ni ver. Ellos creían que tan sólo Allah Todopoderoso lo podía y que nadie compartía con Él este poder, y que ni ellos mismos, ni sus estatuas eran capaces de hacerlo. Reconocían que Allah Santo era el único Creador y lo resto – Sus creaciones, que era el único Señor, mientras que los demás eran Sus siervos, totalmente dependientes de Él. Con todo eso, Le asociaban a unos cómplices e intermediarios de entre Sus creaciones, pidiéndoles la intercesión ante Allah y tratando de esta manera de acercarse a Él. Allah Todopoderoso habló de ellos: «Quienes han adoptado, prescindiendo de Él, patrones, dicen: “Los adoramos para que nos aproximen lo más posible a Dios». Capítulo “Los Grupos”, versículo 3.

O sea, ellos les pidieron a los ídolos la intercesión ante Allah para que les ayudara, les sostuviera, pusiera sus asuntos mundianos en orden.

Como vemos, los politeístas en el fondo reconocían el hecho de que Allah era el Señor de toda existencia, sin embargo, a pesar de eso, el Señor no los llamó musulmanes. Al contrario, Allah, Santo e Inmenso sea, dijo de ellos que eran idólatras e incrédulos, les amenazó con sufrimiento eterno en el Infierno, y permitió hacer uso de sus posesiones y su vida a Su Enviado, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, ya que no cumplían con la condición obligatoria de la unicidad en el señorío, es decir, no adoraban sólamente a Allah, sino también a otras deidades.

De todo lo dicho anteriormente queda claro que reconocer a Allah como único Señor, sin que se adore sólo Él, no es suficiente para ser musulmán y no protege del castigo de Allah. Más aún, tal reconocimiento de la soberanía del Señor, sin que se adore únicamente Él, es un argumento convincente contra el hombre mismo por la razón de que le obliga a servir únicamente a Allah de una manera sincera, sin asociarle a cómlices, y le atribuye la responsabilidad de adorar sólo a Él.

Las Palabras de Unicidad – el Testimonio La ilaha illa Allah

Esta clasificación no significa que existan tres tipos de monoteísmo por separado, no relacionados entre sí, y que baste con profesar alguno de los tres y prescindir de los demás, y que algunos tengan más importancia que otros. Un hombre se considera monoteísta sólo si confiesa todos los tres tipos. Asociarle a Allah a unos cómplices en uno de los tipos es igual que asociárselos en todos los tipos, porque existe un estrecho vínculo entre ellos. De ejemplo puede servir un hombre que dirige sus oraciones a alguien distinto de Allah, pidiéndole algo que sólo Allah es capaz de hacer. Le asocia compañeros a Allah en todos los tres tipos de Tawhid. Le asocia compañeros en adoración, porque dirige sus súplicas, que es adoración, prescindiendo de Allah, cuestionando de este modo la unicidad de Allah en la divinidad. Con respecto a la unicidad de Allah en el Señorío, este hombre acude a alguien aparte de Allah, esperando obtener beneficios o evitar los daños, porque está seguro de que a quien él pide puede disponer en el reino de Allah y satisfacer su petición. Con respecto a la unicidad de Allah en la posesión de nombres y atributos divinos, su conducta significa que el a quien acude es oyente y cercano, y oye a todos los que le acuden, y puede cumplir sus deseos y darles lo que piden.

El hecho de que sólo Allah es la divinidad verdadera se refleja en las palabras del testimonio: “La ilaha illa Allah” – no hay dios que merece ser adorado, salvo Allah. La clave de este gran testimonio es que nadie, salvo Allah, tiene derecho a ser adorado por parte de las creaciones, ya que nadie, salvo Allah, posee los atributos divinos – los atributos de perfección y grandeza, sólo Él es el Gran Señor y Creador de toda existencia. Sólo Él maneja todos los procesos del universo, sólo Él posee todos los atributos de perfección y está lejos de cualquier defecto, y, por consiguiente, cabe humillarse y resignarse sólamente ante Él.

Allah Todopoderoso hace las creaciones inicialmente y las reconstruye otra vez solo, y nadie es Su partícipe. Y esto significa que únicamente Él merece ser adorado y nadie tiene derecho a ser Su cómplice.

Las condiciones del testimonio La ilaha illa Allah

Para que estas majestuosas palabras que los humanos pronuncian para declarar su entrada a la religión islámica vengan del corazón y traigan beneficios a los que las pronuncien, hay que cumplir siete condiciones. El Corán y la Sunnah tienen alusiones a ellas, pero no se trata de memorizar las condiciones correspondientes, sino de hacer algo apropiado a las condiciones, ya que puede que una persona empiece a respetar todas estas condiciones aunque no pueda enumerarlas, y otra persona que los haya memorizado actúe contra ellas.

LA PRIMERA: conocimiento, incompatible con ignorancia

Se trata del hecho de saber el significado de estas palabras que implican tanto la negación, como la afirmación.

Allah Todopoderoso dijo: “Sabe, pues, que no hay más dios que Allah”. Capítulo “Muhammad”, versículo 19.

Allah Todopoderoso también dijo: “…exceptuando quienes hayan dado testimonio de la Verdad, pues ellos sabían”. Capítulo “Los Ornamentos”, versículo 86.

Se refiere a los que dieron testimonio de que no había dios que merecía ser adorado, salvo Allah, sabiendo en sus corazones el significado de lo que habían dicho con palabras.

Allah Todopoderoso también dijo: “Allah atestigua, y con Él los ángeles y los hombres dotados de ciencia, que no hay más dios que Él, Que vela por la equidad. No hay más dios que Él, el Poderoso, el Sabio”. Capítulo “La Familia de Imrán”, versículo 18.

LA SEGUNDA: certeza, incompatible con dudas

Se trata de que al pronunciar estas palabras hay que estar completamente seguro de lo que se dice, sin tener duda alguna. Allah Todopoderoso dijo: “Los creyentes que creen en Dios y en Su Enviado, que no han tenido dudas y han combatido en la senda de Dios con sus personas y sus bienes, ésos son los verídicos”. Capítulo “Las Habitaciones”, versículo 15.

De esa manera, el Señor nombró la falta de dudas una condición de sinceridad de su creencia en Allah y Su Enviado.

En “As Sahih” se registra un hadiz, de Abu Huraira, que Allah se complazca con él, que narró que el Enviado de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “¡Atestiguo que no hay deidad digna de adoración excepto Allah, y que yo soy el Mensajero de Allah! ¡Cualquier siervo de Allah que se encuentre con Allah con estos dos testimonios, sin dudar de su verdad, seguramente entrará al Paraíso!”

LA TERCERA: aceptación, incompatible con el rechazo

Se implica la aceptación de corazón de lo que requiere este testimonio, expresado con palabras y acompañado con hechos, y el rechazo de todo aquello que contradice el significado del testimonio. No era así como actuaban las personas que rechazaban las palabras de los enviados, de las que Allah dijo lo siguiente:

No hemos mandado, antes de ti, amonestador alguno a una ciudad sin que sus potentados dijeran: “Encontramos a nuestros padres formando una comuniad y nosotros seguimos sus huellas”. Capítulo “Los Ornamentos”, versículo 23.

En cuanto a los incrédulos, pues, de ellos Allah Todopoderoso habló así: «Éstos, cuando se les decía: “No hay dios sino el Dios”, se enorgullecían y exclamaban: “¿Abandonaremos a nuestros dioses por un poeta poseso?”» Capítulo “Los Ordenados en Filas”, versículo 35-36.

En “As Sahih” se registra que Abu Musa al-Ashari, que Allah se complazca con él, narró que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “El ejemplo de aquello para lo cual me envió Allah con la guía y conocimiento, es como el ejemplo de la lluvia que cae sobre la tierra. Y esa tierra es tan fértil que recoge el agua y hace crecer el pasto y la hierba de forma abundante. Y hay otra tierra que, por el contrario, es dura y estéril. Sin embargo, retiene el agua y Allah beneficia con ella a la gente, que bebe y riega los cultivos. Y hay una tercera tierra totalmente plana, la que no retiene el agua y en la que no crece hierba alguna. Y ése es el ejemplo de quien se ilustra en la religión de Allah. Que se beneficia con aquello con lo que me envió Allah, aprendiéndolo y enseñándolo; y también el ejemplo de quien con ello no levantó cabeza y no aceptó la guía de Allah con la que fui enviado”.

LA CUARTA: sumisión, incompatible con renuncia

Se trata de la sumisión al imperativo de adorar sinceramente sólo a Allah, lo que está comprobado por las palabras del testimonio, y la renuncia a adorar a alguien o algo más.

Allah Todopoderoso y Grande dijo: “¡Volved a vuestro Señor! ¡Someteos a Él..!” Capítulo “Los Grupos”, versículo 54.

Allah Todopoderoso también dijo: “Quien, ante Dios, somete su faz y es benefactor, ha cogido el asa más sólida”. Capítulo “Luqmán”, versículo 22.

En este contexto se implican las palabras: “No hay otro dios digno de adoración que Allah”, en cuanto a las palabras “somete su faz”, significan que uno se somete y hace el bien.

LA QUINTA: veracidad, incompatible con falsedad

Se trata de que, al decir estas palabras, hay que asegurarse de que el corazón esté de acuerdo con la lengua.

Allah Todopoderoso dijo: «Alif, lam, mim. ¿Creen los hombres que se les dejará decir “creemos” y no serán probados? Probamos a quienes les precedieron. Dios, realmente, reconocerá a quienes sean verídicos, y reconocerá, también, a los embusteros». Capítulo “La Araña”, versículos 1-3.

En relación a los hipócritas, Allah Todopoderoso habló así: «Entre las gentes hay quienes dicen: “Creemos en Dios y en el Último Día”, pero no son creyentes. Esos quieren engañar a Dios y a quienes creen, pero no se engañan más que a sí mismos aunque no lo saben. En sus corazones hay una enfermedad; Dios les aumentará la enfermedad. Tendrán un castigo doloroso por lo que hayan mentido». Capítulo “La Vaca”, versículos 8-10.

En los dos “Sahih” se registra que Muadh ibn Jabal, que Allah se complazca con él, narró que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “Quien atestigua que no existe nadie digno de alabanza excepto Allah, y que Muhammad es Su siervo u Su Mensajero, Allah evitará que caiga en el Fuego del Infierno”.

LA SEXTA: sinceridad, incompatible con idolatría

Se trata de librar los asuntos de cualquier mezcla de idolatría a través de la buena intención de hacer culto sólo para complacer a Allah.

Allah Todopoderoso dijo: “Pero no se les ordenó sino que sirvieran a Dios, rindiéndole culto sincero como hanifes…” Capítulo “La Prueba Clara”, versículo 5.

Allah Todopoderoso también dijo: “¡Adora a Dios consagrándole el culto! ¿No pertenece a Dios el culto puro?” Capítulo “Los Grupos”, versículos 2-3.

“Sahih Al-Bujari” contiene un hadiz de Abu Huraira, que Allah se complazca con él, que narró que el Profeta, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: «Los más exitosos serán, bajo mi protección, quienes digan “No hay deidad digna de adoración, excepto Allah”, con sinceridad desde el corazón».

LA SÉPTIMA: amor, incompatible con odio

Se trata del amor tanto a las palabras del testimonio, como a lo que que exigen y lo que indican, y también del amor hacia los que actuan de acuerdo con su significado, cumpliendo todas las condiciones necesarias. Además se implica el odio hacia la idolatría, incompatible con el significado de estas palabras, y hacia los idólatras.

Allah Todopoderoso dijo: “Entre los hombres hay quienes utilizan, prescindiendo de Dios, homónimos a los que quieren como se quiere a Dios. Pero quienes creen, aman a Dios más fuertemente”. Capítulo “La Vaca”, versículo 165.

Los dos “Sahih” transmiten, de Abu Huraira, que Allah se complazca con él, que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “Ninguno de vosotros creerá (verdaderamente) hasta que yo sea más amado para él que su hijo, su padre y toda la humanidad”.

Los dos “Sahih” transmiten, de Anas, que Allah se complazca con él, que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “Hay tres cosas que quien las logre saboreará la fe: que Dios y su Mensajero sean más queridos para él que cualquier otra cosa; que ame o deje de hacerlo por la causa de Dios; y que tema y repudie la idea de volver a la incredulidad tanto como la idea de ser arrojado al fuego”.

Los Pilares de la Adoración

Como señalamos, “ilaah” (“deidad”) es lo a que se rinde a base de amor y glorificación. Y este rendimiento basado en amor y glorificación es la adoración que en árabe se denomina “ibada”. Del camino dicen que es “mu-abbad” (se derive de la palabra “ibada”). Quiere decir que el camino es trillado y apisonado, o sea, sometido, y de ahí procede la palabra “ibada” – rendimiento, sumisión a Allah.

La sumisión a Allah significa resignarse a Él para hacer lo que Él ha ordenado y rechazar a hacer lo que Él ha prohibido, basándose en amor y glorificación. El amor y la glorificación aparecen en el corazón de un siervo siempre que conozca a su Señor, conozca la unicidad de Allah en el señorío y la unicidad de Allah en los nombres y atributos divinos.

El amor a Allah es una condición esencial para la adoración. Si un hombre se somete a alguien de manera humilde y servil, odiándole al mismo tiempo, ¿se puede decir que lo adora? ¡No!

Allah Todopoderoso habló así sobre el amor de los creyentes: “Entre los hombres hay quienes utilizan, prescindiendo de Dios, homónimos a los que quieren como se quiere a Dios. Pero quienes creen, aman a Dios más fuertemente”. Capítulo “La Vaca”, versículo 165.

Los dos “Sahih” transmiten un hadiz que narra que el Mensajero de Allah, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, dijo: “Hay tres cosas que quien las logre saboreará la fe: que Dios y su Mensajero sean más queridos para él que cualquier otra cosa; que ame o deje de hacerlo por la causa de Dios; y que tema y repudie la idea de volver a la incredulidad, tanto como la idea de ser arrojado al fuego”.

Aparte del amor, la adoración a Allah tiene que incluir el miedo y la esperanza.
El miedo a Allah. El hombre se somete a Allah para cumplir Sus mandatos y prohibiciones, porque también tiene miedo a Él. Es que Allah nos hace temer Su castigo si Le desobedecemos. El miedo a Allah en el corazón humano está relacionado con el incumplimiento de los mandatos y prohibiciones de Allah y tiene un carácter obligatorio.

Allah ha mandado a los humanos a temerlo: “…si sois creyentes, no tengáis miedo de ellos, sino de Mí”. Capítulo “La Familia de Imrán”, versículo 175.

“¡Temedme, pues, a Mí y sólo a Mí!” Capítulo “La Vaca”, versículo 40.

El miedo a Allah puede estar relacionado con la preocupación de que la adoración del hombre no se le acepte por el Señor. Según dijo Allah Todopoderoso: “Cierto, quienes del temor de su Señor están llenos, quienes en las aleyas de su Señor creen, quienes a su Señor no asocian y quienes dan lo que dan mientras que sus corazones están inquietos al darse cuenta de que ellos a su Señor volverán, todos ésos se apresuran a hacer buenas obras y en ellas compiten”. Capítulo “Los Creyentes”, versículos 57-61.

At-Tirmidhi e Imam Ahmad citan un hadiz en el que se narra que Aisha, que Allah se complazca con ella, preguntó al Mensajero de Allah sobre este versículo: “Oh, Enviado de Allah, ¿señalan las palabras de Allah: “…quienes dan lo que dan mientras que sus corazones están inquietos…”, — a los adúlteros, los bebedores de vino y los ladrones?” Él contesto: “No, hija de As-Siddiq, se trata de quienes ayunan, rezan, dan limosna a los mendigos, y temen que eso no les esté aceptado”.

La esperanza en Allah. Allah Todopoderoso nos manda que Le tengamos confianza. La esperanza desde el corazón al hacer culto es esencial. Como dijo Allah Todopoderoso: “…y no desesperéis de la misericordia de Allah, porque sólo el pueblo infiel desespera de la misericordia de Allah”. Capítulo “José”, versículo 87.

La esperanza de los humanos puede estar relacionada con la expectativa de perdón de Allah por las desobediencias cometidas, cuando el humano se arrepiente de sus pecados y espera que Allah le perdone.

“¡Aquellos de mis siervos que fueron inicuos consigo mismo! ¡No desesperéis de la misericordia de Dios! Dios perdona todos los pecados. Él es el Indulgente, el Misericordioso”. Capítulo “Los Grupos”, versículo 53.

“Si cometen una indecencia o son injustos consigo mismos, recuerdan a Allah, piden perdón por sus pecados — ¿y quién puede perdonar los pecados sino Allah? Capítulo” “La Familia de Imrán”, versículo 135.

“¿Por qué no pedís perdón a Dios? Tal vez, fuerais perdonados”. Capítulo “Las Hormigas”, versículo 46.

La esperanza de los humanos puede estar relacionada con la expectativa de que Allah acepte la adoración realizada y les recompense por el culto de acuerdo con Su promesa.

“¿Es el devoto, que vela por la noche, postrado o de pie, que teme la otra vida y espera la misericordia de su Señor…?” Capítulo “Los Grupos”, versículo 9.

“Quienes creyeron y quienes dejaron sus hogares, combatiendo esforzadamente por Allah, pueden esperar la misericordia de Allah. Allah es Indulgente, Misericordioso”. Capítulo “La Vaca”, versículo 218.

Los científicos llamaron estos tres tipos de cuestiones del corazón los pilares de adoración, ya que deben estar presentes en el corazón de los devotos.